A mi amiga Paquita la despidieron por guapa, por crack, no me cabe duda. Por más vueltas que le doy es
que no se me ocurre un motivo por el que la reducción de plantilla le tuviese que afectar
precisamente a ella. Pero, ¿qué tienen en esa empresa? ¿Diamantes pulidos? Si
la conocieseis sabríais que no me puede el cariño. A cualquiera con vista le
interesaría contratar a una persona como ella.
El problema de este país
también es la miopía empresarial. Y la mediocridad.
A Paquita le cuesta conciliar
el sueño alguna noche. La incertidumbre ante la posibilidad de que su situación
se prolongue...Porque ya no es una niña y tiene familia. La entiendo. Me
preocupa que ya no se levante por las mañanas con la misma energía que siempre,
aunque sea directa consecuencia de la falta de sueño, o pueda serlo.
Intento
transmitirle que no siempre los árboles nos dejan ver el bosque, que se ponga
una fecha límite. Y te lo digo ahora, Paquita, cuando la ilusión parece esfumarse la
determinación debe ocupar su lugar. No es una frase mía, sino de una película
que vi hace poco, "Laurence anyways".
A mi amigo Jesús también lo despidieron. Por competente, por válido, por
resolutivo. Por encantador. Otro que lo tiene todo para trabajar en su rama
profesional. Hace unos días estaba nervioso ante la perspectiva de una
entrevista de trabajo. "Vete todo lo tranquilo que puedas. El no ya lo
tienes... Y no te arrugues porque contratarte a ti es un verdadero privilegio. Ganan ellos más que tú. Bueno....ya me
entiendes, con humildad pero con entereza".
Cómo si hiciese falta
decírselo! Él mismo reconocía nuestra pertenencia al club de los críticos más
descarnados con nosotros mismos. Algún día aprenderemos a enterrar el látigo
con el que nos atizamos, le dije.
A Paquita y a Jesús los despidieron también porque se podía. Porque cambiaron
las leyes. También ocurre que se prescinde de trabajadores mejor pagados y con experiencia a cambio de gente que no la tiene y acepta un microsueldo. No alimento luchas generacionales que no me interesan para nada. Otra forma de
trabajar es posible también.
Por supuesto que me quejo de mi trabajo, cuando el estrés me puede o la
jornada se prolonga indefinidamente, porque me lo exige la propia tarea y no se
puede decir que no a éso. Es trabajo.
Soy consciente, sin embargo, de que hay
mucha gente válida, competente, con mucha experiencia y formación; con ganas y
mucha guerra que dar, como Paquita y Jesús, que han sido injustamente
expulsados del mercado laboral, y a los que su edad, sin pararse a contemplar nada más en su currículum que el día y el año de su nacimiento, les resta
oportunidades todos los días. Hay muchas Paquitas y muchos Jesuses.
Mis amigos encontrarán un hueco, porque no se
arredran, porque son energéticos y peleones, siempre lo fueron. Y no lo digo de
gratis, lo pienso de verdad. Se lo digo hoy porque no se lo
había dicho nunca, así, de forma tan explícita. No os rindáis
Genial! Me encanta tus escritos, buenos contenidos. Me lo apunto. Por cierto! hay nueva Edición de Expogays del 17 al 19 de abril en Barcelona. Junto con la feria B-Travel. Que bien!
ResponderEliminarPues muchas gracias, majete. Yo no puedo decir lo mismo, que me gustan. Escribo en tiempo record, no tengo tiempo a corregir erratas...y soy perfeccionista. Y en estas cosas creo que está bien serlo puesto que la materia prima es el lenguaje. Y escribir bien también supone puntuar bien, los acentos, et, etc
ResponderEliminarEn cuanto a la feria de la que hablas...perfecto, se lo diré a mis amigos gays. Son legión.