martes, 27 de diciembre de 2016

La timidez

Dedicado a C. R.  ( que comparte conmigo esta característica y sabe lo que es sufrirla).

Releo "On the road" . Siempre acuciada por la falta de tiempo me está llevando semanas,  y me pregunto ¿Será verdad que este libro fue escrito en tiempo récord? No soy Kerouac, ya me gustaría, y mis entradas de este blog, la mayoría escritas a toda velocidad y sin pararme, no tienen la calidad de su libro, ni se acercan, ni  podrían  hacerlo ( lo tengo claro); pero demuestran que releer y corregir es fundamental. Sirvan estas líneas como disculpa del atropellamiento de muchas entradas. Este blog se construye por afición a escribir, por hacer algo que a una le gusta mucho, aún sin tiempo.

Observo mucho a C. R.; también a T. C. y a ellas. Lo cierto es que observo a todo el mundo. No puedo evitarlo, me quedo con la forma de mirar, los gestos, las reacciones; incluso a veces confieso que me quedo con las conversaciones de otr@s. Nunca tuve madera de cotilla. Olvido hasta lo más interesante, salvo que me impacte. Pero me encanta mirar, imaginar vidas con los datos que me faltan.

Sé que escuchar a los demás es de mala educación, aunque tenga puro afán sociológico. Me ocurre, sobre todo, con los desconocidos. Me interesa saber lo que piensan los demás, cuáles son sus preocupaciones; analizar en consecuencia. Me como el coco. Siempre. Y cada vez me gusta más. ¡Ea!

Observo a los ya citados intentando penetrar en su mente, saber lo que piensan o sienten porque están en pleno tránsito hacia la madurez; también lo hago porque la intuición me dice que algo les pasa.

Alguno le preocupa a sus padres porque tiene una adolescencia mística y trascendente. Me reconozco en él, aunque además de torturarme también me encantase salir y divertirme. Otro se parece mucho a mí en algunas cosas, como ese malsana costumbre ( perdida hace años en mi caso) de tragarse sus emociones, no hablar de las cosas que le preocupan.
A las chicas, las hijas de  mis amigas, las veo bien esta vez. Alguna melancolía que tiene explicación y que va superando con los años. La tristeza navideña derivada de la pérdida de uno de sus padres. Lo normal.

Me preocupan ellos esta navidad. Con uno sí lo hablé pero con el otro.... No pude. Ha construido una barrera impenetrable entre él y el mundo. No habla. Se lo traga todo. Es también muy tímido. Me parecía que era un poco patológico de niño, y lo era. Pero tengo la impresión de que lo ha superado un poco con los años. Más que yo a su edad, desde luego.

Los tímidos patológicos nos bloqueamos muchas veces con determinado tipo de gente o situaciones. ¡Sin saber por qué nos imponen!  La timidez nos impide enfrentarlas. Es durísimo y difícil.

Me molesta que tanta gente presuma de timidez cuando ni siquiera saben lo que es. Porque ahora está de moda. Y hasta el que socializa con facilidad en cualquier situación refiere una timidez pasada. Puede que no sea un rasgo de carácter pero no es tan fácil dejar de serlo. Del todo. Siempre te queda algún resquicio.

Por ejemplo, en mi caso, aún hoy y  con tantas tablas, hay determinados acontecimientos sociales o gente muy...no sé como definirla...Que me gusta más bien poco. Otra que me impone, Y cada vez me pasa menos pero muchas veces huyo de estas situaciones. Como si fuese otra vez la niña de seis años que enmudecía en el colegio. Como si no pudiese enfrentarlos.

El tímido del que hablo me recuerda a mí porque no pega la hebra fácilmente, pero cuando empata con alguien, la verborrea es mucha. Nos desatamos. Lo hacemos también cuando algo no va bien. Lo pagamos hablando y victimizando al entorno que nos sufre. Acaban sobrepasados.

Me preocupa mucho que se trague sus emociones. Que no saque la basura y la tire al contenedor. Que no cuente. Tiene que hacerlo. Buscar gente con la que comunicar, en la quien confiar, y comenzar a largar. Ser tímido e introvertido es complicado. Se sufre.  Pero como la vida es contradictoria, y los colores puros no se ven con tanta facilidad...Resulta que a ambos nos encanta socializar y conocer gente y tener la sensación de que los horizontes vitales; el futuro, los proyectos. no se van a limitar a nuestra ciudad de origen.

No somos culo de mal asiento. Queremos descubrir y aprender, Y el nerviosismo de cuando queremos hacer algo  tiene que ver con esa sensación de que debe ser ahora, ya. Lo tenemos claro y no podemos esperar,

Odiamos figurar. Nos sentimos a gusto en ese cómodo papel de Oyente que ni ruido hace; o en el que le encanta mirar sin ser visto. Lo que comunmente se llama ser un segundón. Y, a veces, tantas veces, lo he visto en sus ojos, en sus reacciones, no somos mal educados, ni engreídos, ni vanidosos. Simplemente. nos cuesta saludar; devolver el saludo; mantener una conversación con gente a la que apenas tratamos, con la que no hay CONFIANZA. Quedamos fatal. Lo sabemos,. Y eso nos hace sufrir, pero no podemos evitarlo. Es más fuerte que nosotros. Y... vuelve la contradicción, hay gente que nos resulta confidente desde el primer momento. Con la que empatizamos sin apenas conocerla.

Siempre recuerdo una anécdota.  Una visita a Madrid, y a una amiga que me presentó Helena. A la que tengo muchísimas ganas de ver, por cierto. No sé muy bien que dijo Helena, ni que respondí yo. (Demasiados años ya) pero recuerdo a su amiga atacada, como si le molestara que le hablasen; más macarra, imposible... Y  lo supe. Y se lo dije, directamente,
-.¿Tú eres tímida, verdad?
-.Sí, mucho, perdona, a veces reacciono fatal con la gente a la que no conozco de nada.
-.Pues no pasa nada, porque yo también.

Y a partir de ahí pudimos mantener una conversación toda la tarde, sin el más mínimo problema.


Querido T. C. Mira que forma tan extraña elegí para comunicarme contigo. Sé que lo estás pasando mal ahora. La adolescencia, lo hemos hablado, es tremenda. Habla de lo que te hace daño, o escríbelo; pero no dejes que se quede dentro. Yo siempre lo digo, A mí me pasa. Lo que me hace daño, de lo que no hablo o escribo; se me pudre dentro. Y...Nunca es para bien.



sábado, 24 de diciembre de 2016

"Vivir para contarlo"

Volviendo de la terapia de conversación interminable con las costas,a las cuatro de la mañana, caí en la cuenta de que ya soy vieja.

 No es un descubrimiento reciente. Mi espejo me devuelve cada mañana una imagen con la que me cuesta reconocerme cada vez más; mientras intento estirar las patas de gallo, o presiono con las puntas de los dedos de los pómulos hacia arriba; como si así pudiese combatir el descolgamiento e irremediablemente  me acuerdo de Paco, que siempre me sugería con guasa "unos hilos de oro rusos" desde el mentón hasta las sienes.

Él ya no está aquí. Se fue pronto, como G, deportista y sonriente, a quien una mañana se le paró el corazón de repente.  Es verdad que yo también quiero esa muerte sin agonías, pero también pienso que vivir, querer seguir viviendo, con una vida plena, y luchando por lo que una quiere; sin dejar de hacer cosas por una satisfacción tan perecedera  como ésta de construir un blog sin tiempo, es lo verdaderamente importante y revolucionario.

Como cada año, por una costumbre que inicié hace 16, me despido del año que se va, hago resumen y me lleno de propósitos para los próximos 12 meses en una carta felicitación navideña, que suele ser muchas cosas pero nunca es breve. Esta lo será más que ninguna.



Me hago vieja porque a las 4 de la mañana puse radio 3 en el coche y escuché "devuélveme la vida" para que, a continuación, una locutora con pretendida voz sexy la recitase, como si los oyentes no hubiesémos entendido nada y, ¿la verdad?...

  La verdad es que añoré mucho programas como caravana de hormigas, que se emitían hace más de 20 años , y probablemente casi 30,  y me dije a mí misma, estás hecha una viejuna.

Igual que añoro a muchos otros, algunos como Bowie o Cohen u otros; y tantas mujeres admirables que se llevó este año consigo, quizá para que no lo olvidemos nunca. Mi memoria me falla pero 2016 fué luctuoso como pocos.

Se llevó a P., una mujer sabia, que no tuve tiempo a despedirse, y lo supe hace nada, meses después. Cierta melancolía que no ha podido conmigo y una mala leche inesperada, rabiosa, tienen que ver con su recuerdo; ya no podré reírme ni relativizarlo todo. Ella tenía una habilidad fuera de lo común para conseguir que hiciese ambas cosas, nos veíamos poco pero compensaba mucho

Este ha sido un año de enfermedades de seres próximos y de tiempo transcurrido en hospitales. Imposible no pensar en la muerte, en la vejez;  en como se cargan alegremente el sistema sanitario también.

Los hospitales para los familiares, las visitas, te ponen en tu lugar  en el mundo.

Durante las horas en los pasillos bebiendo ese  café intragable, las noches interminables, el enfrentamiento con el dolor ajeno; la preocupación de familiares de otros enfermos, con los que se hace terapia mutua,  ayudan a descubrir lo que se olvida;  que lo importante es estar aquí. Que si se tiene ese privilegio, incluso siendo un viejuno, hay que hacer o intentar que la vida de uno sea,  no solo digna, también plena y satisfactoria.


Y sin buscarlo, ante la preocupación por la mala salud de los próximos, una intenta prepararse para los adioses sabiendo que es una batalla perdida, pero intentando tomar conciencia.

Se lo dije hoy a Duarte, no muy en serio, que debíamos recuperar las misiones pedagógicas de la segunda república; aunque esté convencida de que la conciencia crítica y su ausencia, la des-información, la ignorancia...sean las responsables de la abulia generalizada ante la corrupción, por ejemplo.

Hay que armarse para lo que viene. Ese fascismo de nuevo cuño encarnado tantas veces por gente muy joven (a veces con títulos universitarios) que votaría a Trump si fuese americano, te dicen, con un argumento racista a más no poder; o que Franco no fué tan malo e hizo cosas buenas.

No es sólo un problema de desmemoria histórica, de ignorancia y prejuicios. Es que el fascismo comienza a fascinar otra vez a mucha gente. Silenciosa y paulatinamente no dejan de crecer sus adeptos.

E involucionamos, hace ya algún tiempo, somos más machistas, más racistas, perdemos en calidad de vida, trabajamos más por menos, fríen a impuestos  al autónomo o pequeño empresario, anunciando para colmo que en 2017 ya no podrá aplazar el IVA.

La clase media o lo que queda de ella continúa pagando los platos rotos mientras los pocos que se benefician de la crisis nos acusan de ser vagos, de enfermar demasiado, vivir muchos años, querer comer tres veces al día... Nos preparan para que asumamos como justos recortes que sólo a ellos y sus empresas benefician.
Esta crisis es algo más que una estafa. Es un negocio redondo.

Mi deseo para el 2017 es una generalizada rebeldía. Que sólo puede comenzar por informarse, documentarse y dudar de esos mantras goebelsianos con los que se nos intoxica a diario.
Ya sé que no habra barricadas o violencia. Tampoco la quiero. Pero sueño con una sociedad que se rebele contra aquello que le perjudica. Y necesariamente esa rebeldía debe comenzar por lo que tenemos más próximo.  Aunque resulte tentador comportarse como a uno le tratan, sin oponer resistencia; aunque nos consideren menores de edad o necios sin conciencia,  no podemos actuar como si de verdad lo fuéramos. Y, mientras tanto, a seguir aquí, a "vivir para contarlo".

Que la navidad os sea leve y 2017 un año de muchas menos tragaderas.

lunes, 9 de noviembre de 2015

Desconcertados.




1.-Chámame dende o pobo no que pasa o fin de semana cos seus pais. O lugar é bucólico e relaxante pero a súa estadía non tanto. Sempre pensou moito na morte. Agora máis. A súa nai desaparece diante dos seus ollos. A que ela coñecia. Aliás, renova o meu medo aos procesos dexenerativos neurolóxicos. Ocorre que un acaba por aceptar o que lle toca e trata de vivir con normalidade situacións que narradas poden resultar chocantes.

2.-Faloume un amigo porque saira nun xornal. E por qué? Pensaba eu nunha fazaña ou nun motivo de celebración. Alí estaba a súa história contada de xeito anónimo. Linna narrada con toda a súa crudeza e reparei en que nós non a vivimos así. Ollamos cara o futuro con esperanza, as veces desexando que chegue ou querendo ver a través dun burato as persoas afectadas para respirar fondo e dicer, os danos foron reparados.

3.-Aprende da súa xente a gardar e calar. Non me gusta. Sempre chega un mes do ano no que vai a miña procura para vivi-lo seu luto, e destripar e comprender o sinsentido da morte. Quedo a pensar moito nas cousas que me conta. Procuroa e observoa máis que nunca. Retorce as máns de máis, chisca moito ambólos dous ollos. Mesmo escoito reacións que non van con ela. Tento prestar atención aos sinais e agardo con esperanza que saiba aceitarse con todo o de bó que tén, e vaia descartando o que non é seu. Que se atreva a ser quén ela é e a quererse. A desterra-los medos, os prexuizos máis contaminantes; a non xulgar. Mesmo a ser xusta co seu entorno. Engánome moito falando con ela. As veces o brillo da súa intelixencia faime esquecer que é unha muller moi nova.

4.-Decidimos que non queriamos pensar máis. Nun momento chave da vida das dúas. Non acordamos o pacto. Cando nos encontramos falamos dunha decisión balsámica. Prefiro non pensar ou prefiro non saber. Viviamos momentos de cambios bruscos, non buscados.

5.- Hai amigos que queres moito mesmo cando non consigues entender as súas reacións, dende a primeira a última. Sabes que eles tamén te aprecian e tentas tender pontes, comunicar...Sempre é difícil, complicado. Como se non falaramos a mesma lingua. Frustrante para os dous. Pervive o cariño pero os malentendidos son constantes. Procuro dicionarios de emocións e de silencios para tentar achegarnos, entendernos. Pervive a admiración, a miña. Ninguén ten unha paciencia infinita.  Tento quedarme cos feitos máis que coas palabras, iso tan complicado. E agardo coa mellor disposición.

6.- Chegou o momento decisivo de decirlle certas verdades. Cada ún é responsable das súas decisións, da vida que lle toca en sorte, da que un consegue construir na edade adulta. Non importan os principios nen os finais, importa manter sempre a luta, a resistencia psicolóxica. E voltarse a erguer cando un cae. Unha e outra vez se for preciso. O máis importante pode que sexa non deixarse vencer. Percibir ese momento de debilidade e atrincherarse para fortalecerse, co que cada un precise.
El o sabe. O practicou sempre. Pero está a deixarse vencer. Fartazgo, medo, algunha nova decepción vital, das que entrañan crecer. "Caerse de tódalas polas. Faltábante algunhas. Non é certo?".
Ollos nos ollos, tírolle da man e lle pido o de sempre, tira de ti. Só podes contar contigo. Tamén comigo pero non son ti. Está a tomar baño, a peitearse e arranxarse. Unha primeira victoria. Sei que non será a última. 






jueves, 29 de octubre de 2015

MAL- ESTARES

Mantengo hace años que todos los malestares tienen causas. Que me disculpen los científicos por no dar pábulo a la predisposición genética o a los diagnósticos per se (etiquetas) que pueden ser, sin embargo, necesarios porque el malestar  genera neuroquímicas cerebrales y lo inteligente, lo sano, es corregirlas. Normalmente, las crisis personales son llamadas de atención.  Hay que atreverse a cambiar. No suele ser fácil. 


¡Que me disculpen también quienes piensan que hay un tipo de persona que nunca rompe! He visto caer torres muy altas. Las más altas son las que peor caen. Se trata de atravesar una sencilla frontera. Hay quien la atravesó hace años aunque no lo sepa. 

¡Que me disculpen los profesionales por atreverme a sentenciar sobre una materia que no es la mía! Por atreverme a sentenciar sin más.  

Juzgamos demasiado a los demás.  No nos ponemos en su piel ni de coña. No somos quienes decimos ser. Nos autoengañamos. Hablar suele ser muy fácil. Es verdad que el pensamiento construye; que de nosotros depende nuestro estado de ánimo, pero también lo es que ciertas realidades se sobreponen y son muy contundentes. Difíciles de sortear. Desde fuera todo se ve con otro color:  "En tu lugar yo haría  ésto o lo otro". Como dice R., "te reto a vivir mi vida". 

Quizá se deba asumir que la contradicción forma parte de nosotros mismos. O que presumimos de lo que carecemos. También de forma inconsciente. (¡Viva la inconsciencia!) 

No hablamos de las cosas que nos preocupan, que nos hacen sufrir. ¡Ese ejercicio tan necesario! Y se traiciona muchas veces  la confianza de la gente que nos quiere cuando no somos capaces de entender que hay cosas que se nos cuentan como desahogo. ¡Qué importante es la discreción! Abrir las orejas pero cerrar la boca. No lo veo mucho. Tiene razón F.,  Somos un país de maledicentes. 

El propio J. reconoce algo que veo por todas partes. Se refiere únicamente al destrozo sistemático de cierto tipo de gente hipercrítica (o no) con películas, libros, obras de teatro que a él le gustan.

Tengo muy presente siempre a Tabucchi, uno de mis autores favoritos, cuando respondía a una pregunta sobre los libros que no le gustaban (si la memoria no me falla) que hay que respetar a cualquiera que se atreva a escribir un libro porque al menos se tomó el trabajo de hacerlo ...Es trasladable a componer una canción y editar un disco, rodar una película; montar un espectáculo. 

El espíritu destructivo que nos aqueja llega muy a menudo a los comentarios de las noticias, a las charlas de café, donde se vomitan verdades a medias, mentiras oficiales (de las que la red divulga y se extienden como manchas de aceite); cabreos desmedidos, bilis...Malestares. 

Todos lo hemos hecho alguna vez. Yo sí, desde luego. Disparar con la munición equivocada contra quien no tiene responsabilidad alguna en nuestro malestar físico, emocional, laboral...de lo particular a lo general, confundiéndolo todo. 

Como le decía a J. en una de esas interesantes charlas de "guachap" con amigos lejanos, en España funciona muy bien agitar el árbol de la intolerancia o el maniqueísmo. Hablábamos de respeto y convivencia. De guerracivilismo también. 

Estoy cansada de las verdades absolutas que nos repetimos una y otra vez.  Es más, no dejaré de poner en tela de juicio la bondad de las dichosas recetas para vivir. Porque nada es tan simple. 

Decimos que la gente puede cambiar si quiere pero nos encantan esos moldes irrompibles sobre los amigos.  "Tú siempre serás ésto o lo otro".... 

La positividad a prueba de fuego no existe ni puede con todo (Muy americano, dice M. Muy protestante, dice Ch.) Está bien ver el vaso medio lleno pero hay momentos en los que el vaso rebosa. 

Llevo años poniendo en tela de juicio la tan traída y llevada seguridad en uno mismo. Los "seguritos" suelen ser inseguros camuflados. No lo sé aún, pero quizá una cierta inseguridad esté bien, o esa capacidad de dudar de las propias certezas. Una cierta humildad. 

 Nadie tiene una autoestima perfecta. Y menos aún las mujeres, al menos las de mi  generación. El mayor trabajo que emprendemos, desde que dejamos de ser niñas,  es su reconstrucción para reconocernos con lo que somos, nuestras capacidades, lo que queremos... Todos los tipos de maltrato, incluso el más ínfimo, tienen que ver con quererse poco, mal, nunca lo suficiente. Es fácil atacar por ahí. Lo hacemos todas en algún momento con otras mujeres. Incluso inconscientemente. (Otra vez la inconsciencia). Mujeres guapas o con éxito suelen ser dianas perfectas. 

Y el sano egoísmo es bueno y demuestra madurez pero un amigo también está para lo peor. Para recordarte incluso que no debes regodearte en lo peor. ¡Que no hay quien te aguante! ¡Eso también es un amigo!

La perfección no existe.  La vida son también altibajos. A veces uno siente que el suelo se mueve bajo sus pies, aunque sea un poco, y no pasa nada. La melancolía o la tristeza, si no se prolonga decía L., hay que saber aceptarla cuando toca porque quizá toque por algo.  L. es una mujer muy sabia. De ésto sabe mucho. 

La felicidad y su persecución ¡Vaya peligro! 

domingo, 25 de octubre de 2015

Después del verano.



Mi perro me mira fijamente porque acabo de darle una orden que acata de inmediato. A veces tengo la sensación de que no sólo la obedece, pienso que me entiende mucho mejor que cualquiera. Quizá porque el instinto animal (la intuición, en nuestro caso) acabe por ser más fiable que el torrente de palabras.

Entiendo a P. cuando me dice que le encanta el verano y no quiere que se acabe, pero también sé que se le hace interminable y le estresa siempre, aunque no lo quiera reconocer. La familia, los compromisos, la obligación de pasárselo bien...Esa peligrosa mezcla. Está más alterada que nunca pero no dice nada. Se autoinculpa, como tan a menudo hacemos las mujeres, preguntándose que le pasa y que no se entiende. Y, ya de paso, descubro que esa carga de responsabilidad no es sólo suya. Que alguien o alguienes, automáticamente, le refuerzan todos los días ese sentimiento.

No le digo nada. Me encantaría pero sé que no debo. Que va a ser contraproducente. Espero simplemente el momento ideal para decírselo. Y no es éste.

Sí se lo digo a F. que se disculpa por haberse vuelto egoísta después de una pésima experiencia personal. No tocó fondo porque es muy fuerte. Lo peor que nos pasa nos descubre a quien tenemos y quienes somos. La apoyo en su decisión. Pienso en la necesidad de ese cursillo de "ser bueno pero no tonto".

¡Es que no paras de pensar! Me dicen. Con cariño, lo sé; pero en algunos casos muy concretos me apetece responder. "Quizá tú no pienses nada. No dudes de nada. Y a lo mejor deberías". Pensar o escucharte, sin más ruido que el de tu propia reflexión llamando a tu puerta.


Hablando con M., que es analítica y reflexiva como yo, y duda y me reconforta, porque todo lo que le cuento le parece tan lógico...Y no juzga...También sale la emotividad. No hay cortapisas para ser quien uno es o como uno esté.

Hablamos de temas recurrentes. Porque lejos de corregirse se agravan, o así nos lo parece. De lo mal que crecemos repitiendo esquemas que siempre habíamos criticado.

Que si crecer es esto, reafirmarse en la falta de respeto generalizada; en las conclusiones precipitadas; en la ley del que habla más alto o es mas cruel, y nadie se atreve a contradecir...Nos damos de baja de inmediato.

Yo me río mucho cuando le digo que ahora todo el mundo dice que es empático y para nada. O muy sensible. ¡Máldita sensibilidad! ¡Esa antena parabólica que va de serie y que no se puede arrancar!


¡Responde! Dice M, que tiene una mala leche legendaria y, como casi todas las mujeres que la tienen, también una enorme generosidad. Mi genio mitigado. El suyo tantas veces también. Pertenecenos a una estirpe de mujeres cuyo temperamento se hace notar aunque no quieran. Esa vehemencia que puede ser muy contraproducente y muy mal entendida. No me sienta nada bien que me salga, le respondo. No me quedo bien. Y es que la mala ostia no forma parte del carácter o no debería.

M. como cordón umbilical para entender el mundo. No cambiaron nuestras percepciones. No somos otras. Callamos y contemporizamos. Y no emprendemos ya luchas inútiles cuando el otro se atrinchera en una forma de pensar o entender la vida que no compartimos.

domingo, 26 de abril de 2015

A sete dias dos 50.

Xa está ahí. A sete días de cumplir os 50 estou ben, tranquila, nada depre, mesmo deixando tras de mi a década numero 4, a mellor sen dubida. Acho que a mellor época para as mulleres, liberadas xa dos complexos da xuventude, das inseguridades, dos problemas de autoestima inoculados durante anos ( pode que neste senso as cousas non estexan precisamente indo a mellor...A difícil vara de medir e xulgar as mulleres).

Ao borde dos 50 non son o que pretendía. Non traballo en algo relacionado coa linguaxe; non me sobra o diñeiro, sí que me sobran uns kilos....pero teño perto xente que me quere ben. E iso, xente, importa moito mais que metas absurdas. Cos anos unha aprende que hai ramas que teñen que ser cortadas, porque son duros lastres. Que a xente que a unha non a quere ben hai que mantela a distancia, da igual a proximidade, o sangue, o tipo de relación.... Que aquí non vimos a sufrir, que hai que ser feliz, un traballon, mas paga a pena.

Aprendin que todo pasa. O malo pasa. Que a dor ensina moito. A felicidade nada. Pero cando ven unha boa onda hai que surfeala. Que hai que aceitar que xente que se quere decide por fin a sua vida, procurando que non se convirta nunha historia épica (o suicidio segue a ser a primeira causa de morte, non se fala disto para non darnos ideas).

Veñan xa os 50. Procuro no google cincuentonas famosas. Mónica belluci, Jessica Lange, Andie Macdowell...Unhas diosas, sí.... Pero a miña nai con pouco mais que 50 chamou a atención do meu primeiro novio serio. Con quince. Olla qué pernas ten esa madurita!!!! Estiven zangada con él días.
Non sei se conseguirei manter tan alto o pabellón pero veñan xa os 50!!! Ata aquí chegamos e iso non e pouco.

domingo, 8 de marzo de 2015

INVOLUCION

Qué lles  pasou a algunhas nais da miña xeración e da seguinte que apostaron pola cor de rosa e o mundo das princesas disney para as súas fillas como se fosen Nancys? Sí, é certo. Eu non teño fillos.

Me consta que moitas desas nenas apostaron pola cursilería como resposta a nais que reaxían tamén contra da súa propia educación. "Nen perlés, nen laciños, nen ostias. A miña filla será unisex".

Aínda non sabemos que vai sair desa xeración de nenas cor de rosa, que gostan de levar variñas máxicas e soñan con príncipes que as desposen. Eu non son derrotista porque vin cambios brutais na adolescencia de tant@s!!! Temos motivos para a esperanza.

E qué lles pasa a ALGÚNS  homes da miña xeración e das seguintes que cando as súas mozas comezan a salientar polas súas capacidades profesionais, pola súa intelixencia,  se sinten ameazados, as atacan sen piedade e acaban por ser os seus peores críticos? Qué lles pasa que non son capaces de ver de igual a igual a muller coa que se relacionan? Por qué tantas veces é necesario que saquen o bastón de mando, a mala ostia, como se fosen as súas nais e eles uns nenos de 8 anos para que non se lles suban a chepa?

Por qué as mulleres conseguimos con  moita máis facilidade deixar atrás o noso marchamo educacional e evoluir fronte ALGÚNS  homes que non  hai maneira de que saian do seu cómodo lugar no eido doméstico? Por qué sigue pendente a revolución masculina?

Qué nos pasa a nós, as propias mulleres, cando tantas veces somos as peores enemigas dunha ou varias mulleres? Cando somos as primeiras machistas repugnantes?

Qué acontece con ALGÚNS  homes cando os divorcian ou separan que fan ese tránsito do particular ao xeral, se instalan nese odio a tódalas mulleres, e fan diso unha causa? Xa sabemos que a ruptura da sociedade conxugal supón un empobrecemento...para tod@s!!

Por qué NALGUNHAS familias se continúa a tratar dun xeito tan hipercrítico às fillas fronte aos fillos? Por qué se continúa a facer socialmente cando medran?

Por qué cando unha muller quere ter a súa propia voz, unha voz diferente do papel tradicional se lle poñen todo tipo de trabas? Por qué tanto se fala de respeto a diferenza e se exercita tan pouco?

Por qué a  homosexualidade que máis se visibiliza é a masculina?


Por qué aínda se pensa cun home pode facer co seu corpo e a súa sexualidade o que lle pareza e unha muller ten que escoitar de todo, mesmo DALGÚNS que se chaman liberados a sí mesmos?

Por qué as miñas amigas guapas cando só pretenden ser simpáticas con ALGÚNS compañeiros ou coñecidos son acusadas de buscar plan?

Por qué non é delito cunha muller cobre menos cun home na mesma categoría profesional e facendo o mesmo traballo, se ben mirado e discriminatorio e anti constitucional?

Por qué o desemprego se ceba máis coas mulleres?

Por qué se pensa automáticamente nunha muller para coidar nen@s, discapacitad@s, maiores, para labores domésticas?

Por qué cando unha muller vai ver un médico para queixarse dunha dor inespecífica tantas veces se pensa en depresion ou ansiedade sen facer máis probas? 

Por qué as mozas que xa teñen os mellores expedientes académicos non copan os postos de maior responsabilidade?

Por qué se penaliza laboralmente as mulleres con fillos?

Por qué ALGUNHAS mulleres novas te falan de situacións que mudaron pouco o nada 30 anos despois?

Por qué se nos educa na competición  en lugar de na solidariedade?

Por qué para ser feliz unha muller ten que aprender a non prestar ouvidos nen discutir evidencias?

Por qué ALGUNS maridos controlan os movimentos das contas bancarias das suas mulleres? Por qué llo permiten?

Por qué candó ALGUNS homes fan unha asneira ao volante e teñen unha muller perto a culpabilizan? E por qué se a muller conductora se engana lle gritan puta, zorra, etc, etc?

Por qué se tolera ainda e tanto o maltrato psicolóxico as mulleres?

Por qué se nos tortura coa delgadez, a boa apariencia, os signos da idade...?



POR QUÉ SE ESTÁ A INVOLUCIONAR E ESTAMOS A SER MÁIS MACHISTAS?