viernes, 9 de noviembre de 2012

Un poco de respeto

D. es fuerte y sensible. Un amigo con letras mayúsculas. Esta gente con la que comunicas tan bien (tan escasa) que cuando estás con ellos eres más tú, y te hacen sentirte tan bien en tu piel, y te entienden, y diría que hasta comparten maneras de entender la vida  (maneras de vivir que diría su admirado Rosendo).


Tras trabajar más de 20 años de su vida de forma ininterrumpida, lo acaban de despedir.   D. confía en sus recursos, sus intereses, sus aficiones y sus conocimientos para salir adelante, pese a la crisis y los augurios; contemplando todos los escenarios posibles  y,  todo ello,  pese a ese terrorismo informativo que se practica desde algunos medios de comunicación, que nos negamos a leer, ver o escuchar cada vez más gente, y que sólo vende miedo a lo que vendrá.

Como decía una mujer muy sabia, "Deixade de falar da crise que eu teño bastante con vivila"; ó la también conocida. "Non sei se acabei de ve-las noticias ou acabaron elas comigo".

Pues claro que lo sabemos. Será peor 2013 y puede que 2014 pero nosotros no nos hundiremos; no pensamos hacerlo dando la batalla por perdida sin haberla siquiera planteado. Nada es irremediable, ningún proceso se decide de antemano.

Todos podemos cambiar la realidad que se nos impone si queremos hacerlo.  D. se irrita con lo que está pasando y no entiende, por ejemplo, que la respuesta a que las tasas universitarias suban sea matricularse en menos asignaturas; no aprueba estas tragaderas nuestras y  no comparte ciertas letanías de la época, esas frases que son ya lugares comunes  y que gente que dice pensar, conocemos y queremos, repite como un mono de feria, aunque no sean  ciertas.

"Un poco de respeto (eso que tanto escasea) pide D.  antes de concluir que por tener 47 estoy acabado". Estoy con D. y sé, porque nos ocurre, que no se mantiene ese espíritu de forma lineal, sin dudar, sin un sólo ataque de vértigo.  Y no seré yo quien le diga a D. que, contemplando todos los escenarios y con los piés muy pegados al suelo, no esté cargado de razón. No puedo estar más de acuerdo con él.