martes, 14 de agosto de 2012

800 balas (leccion vital)

Insomne

Me duele la mano y la impaciencia es mucha. Llevo mal el dolor físico, mucho peor que el emocional. Tengo una lesión estúpida que está pudiendo conmigo. Es de noche y apenas se oyen ruidos del vecindario. Hay un niño que llora a horas precisas en una casa que bien podría considerarse ya casa patera. Padres, hijos, novia, marido y el nieto que, a veces, me da por pensar que pide auxilio con ese llanto de horas regulares.

Procuro no escucharlos pero , inevitablemente, tanta gente bajo el mismo techo, que no viven juntos por gusto, escenifica dramas casi cada día. Ahora duermo con la puerta de la terraza cerrada y pongo música a toda pastilla en cuanto suenan los primeros reproches del día, de la noche. Se insultan, se piden perdón, lloran.

Recordé a Ch. planteando una situación similar a su gente llegado el caso. A mí me da por pensar que, si pasa lo peor, si me quedase sin trabajo, me haría una maleta sin pensármelo dos veces. "¿Por qué tenemos que irnos nosotros que no tenemos la culpa de nada y no lo hemos provocado?", se pregunta un amigo.

Bosco duerme y ronca rítmicamente como el buen perro que es. Ayer se murió Lisa, la última perra que mis padres juran van a criar.  Le tocaba. Bosco olió su tumba y los alrededores. Con curiosidad. No vivían juntos más que por temporadas. Yo sabía que no iba a afectarle. Bosco no se agarra afectivamente a ningún perro, a prácticamente ningún humano, salvo a mí. Aunque elige concienzudamente quien le cae bien y quien no. Y cuando alguien no le gusta le rehuye. Y cuando  sí lloriquea reclamando su atención.

Dicen que los perros se mimetizan con sus dueños pero a Bosco no le pasa conmigo y me alegro. A veces me gustaría que fuese a la inversa.

Hoy estoy melancólica. Se va una amiga con la que comunico a miles de kilómetros de distancia y llueve. Será éso. Otra mujer con la que también me ocurre, que comunicamos, eso tan difícil, amenaza con poner una distancia aún mayor  conmigo, con esta ciudad. Y esta lesión estúpida me impide viajar al encuentro de otros.

Mientras, mi entorno más próximo intenta ser feliz entre putada y putada, como decía Sancho Gracia en 800 balas, y se sobrepone con entereza. Ëste ha sido, está siendo, un verano plácido. Justo lo que e había propuesto.